lunes, 3 de noviembre de 2008

La gringa.

Una mañana a las ocho, cuando entrabamos al colegio, en la casa colindante y en la ventana que nunca habíamos reparado de su existencia, vimos a una chica enmarcada perfectamente, con las piernas recogidas y la espalda recostada en el marco del ventanal, era lindisima.
A la hora del recreo, solíamos escaparnos a la bodega a comprar pastillas de menta y esa mañana lo hice pensando que la aparición seguiría allí. No estaba. A la vuelta con un caramelo en la boca que recordare por siempre, escuché que estaba debajo de la ventana, en el césped, jugando con una niña de tres o cuatro años. Me acerqué muy tímido como era y ella sonrió al verme, balbuceé seguro algo, pero no me entendía nada y a su ves me decía no se que cosas. Volví al cole furioso con el profesor de ingles.
A la salida la volví a ver y solo le salude, ella me contestó. Fue el acontecimiento de clase al día siguiente. Pero yo no sabia hablar en ingles, así que busque ayuda entre los de los años mayores y uno me lo presto, y claro también se apunto al asunto. Esa tarde mientras veía como le metía letra el de segundo de media yo preparaba mi letrero con el susodicho see you later.
Esa tarde caía garua como siempre en lima era finita y hacía ese frio que se mete en los huesos. cuando doblé en la esquina, la ví, estaba en su ventana apenas me vió las cerró y apareció en donde nos habiamos hablado la primera vez . Me enteréun poco más porque ella llevaba un diccionario y nos sentamos en el césped húmedo. Yo andaba en marte.




No hay comentarios: