El profesor de música, mestizo, casi enano y feo feo, tocaba la mandolina a la perfección y con eso nos tenia en sus manos solo que cuando dejaba de tocar, nos poníamos a lo nuestro, o sea hablar hablar y hablar. Entonces él también cojia al primero y se le ponía a contar su vida en el conservatorio, lo que le había costado a sus padres mandarlo a estudiar porque tenia talento y mucho oído.
Un día nos apareció emocionado porque había compuesto una canción para el colegio, su emoción era tal que seguramente nos toco en lo hondo, porque prestamos atención, mucha atención, tanta que al final decidimos hacerla nuestro himno, el himno del colegio.
En nuestra clase habían algunos músicos de rock, el batería del Doctor Muk y paso por allí un bajo de los traffic sound, o sea que chicharra lo tenia difícil, porque todos votábamos por la música ruidosa de entonces. Los conciertos en el colegio Santa Ursula con los trafficc y los telegraff...
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